"El estómago nos guía hacia los sabores y aromas de momentos memorables" | Gastronomía: recetas, restaurantes y bebidas | EL PAÍS
“Viajamos para transformar, no solo nuestro entorno, sino también nuestras ideas”, meditaba el historiador y filósofo Hipólito Taine, quien sostenía que el estómago es la esencia de la conciencia del cuerpo.
Ahora, ni la comida ajena ni la distancia nos caen a todos por igual. Precisamente estudiando la tristeza, la languidez y los dolores abdominales que provocaba a los mercenarios suizos el distanciamiento del hogar, el aspirante a médico Johannes Hofer acuñó, en 1688, el término “nostalgia”. Otra forma de viaje, en este caso al tenue mundo de los episodios que fueron relevantes en el pasado, que adhiere con fuerza lugares y personas capaces de despertar, al ser evocados, ese calambre agridulce que origina la ternura entretejida con la añoranza.
El ardiente deseo de volver al lugar donde se fue feliz recurriendo al rastro que los sabores depositaron en la memoria es una de las más reiteradas fijaciones culinarias, hoy convertida en tendencia gastronómica gracias a platos que, a la par que el sofrito y la cocción lenta, invocan buenos recuerdos.